Observatorio Mujer, Genero y Cultura - Observatorio de Mujeres y asuntos de Género

BARRERAS INVISIBLES: Actitudes resultantes de las expectativas, normas y valores tradicionales que impiden la capacitación (de las mujeres) para los procesos de toma de decisiones  y   su plena participación en la sociedad.

COEDUCACIÓN: Método educativo que parte del principio de la igualdad y de la  no discriminación por razón de sexo. Coeducar significa educar conjuntamente a niños y niñas desde distintas miradas, visiones del mundo, experiencias y aportaciones  que deben conformar la cosmovisión colectiva, sin las que no se puede interpretar ni conocer el mundo ni la realidad circundante. Coeducar significa no establecer relaciones de dominio que supediten un sexo al otro, sino incorporar en igualdad de condiciones las realidades e historia de las mujeres y de los hombres para educar en la igualdad desde la diferencia.

"Es muy importante no identificar la escuela coeducativa con la escuela mixta. La segunda se limita a "juntar" en las aulas niños y niñas, incorporando a las alumnas al mundo de los hombres y dejando fuera del mundo académico todo aquello que tiene que ver con el mundo y con la historia de las mujeres. La escuela coeducativa necesariamente debe plantearse la presencia real de las mujeres –y no sólo en las aulas- tanto en todo lo referido a la organización y gestión del sistema educativo y de los centros escolares como a la relación e interacción entre el alumnado y el profesorado, a los currículos, a las programaciones de aula y a los materiales y libros de texto" 1 .

EDUCACIÓN NO SEXISTA. No existe una definición oficial de una educación no sexista. Aun así, este término ha surgido en los últimos años con una creciente fuerza, porque se ha visto necesario, por parte de las instituciones públicas y algunos segmentos de la sociedad, introducir una educación sensible al sexismo  es decir basada en la no discriminación.

Educación Sexista -Una educación sexista es aquella en que existe una clara y rígida división entre lo que se espera de los hombres y de las mujeres de acuerdo a las generalizaciones o estereotipos presentes en una sociedad o cultura determinada. Es decir, una educación basada en los estereotipos de género.

Un ejemplo clásico son los juguetes que habitualmente se regalan a niños y niñas. Así, a pesar de haber conciencia sobre lo negativa que es la agresión, continúa regalándose a los hombres pistolas, metralletas, y en cambio a las niñas se les regalan los juguetes que preparan fundamentalmente para el mundo doméstico, como tacitas, artículos de cocina, set de belleza. De esta manera se marca una clara diferencia entre lo que se espera de ambos sexos, ya que el juego es una de las actividades centrales de la infancia.

Incluso hoy día, a pesar de que los hombres cada vez tienen más necesidad de saber hacer cosas que antes las hacían solamente las mujeres, como por ejemplo cocinar, cuidar a los niños y hacer y tareas domésticas, todavía se les sigue educando sin tomar en cuenta estos aspectos. Esto hace que a los hombres muchas veces les resulte difícil realizar estas tareas, ya que no cuentan con las habilidades necesarias para hacerlo.

Y lo mismo sucede con las mujeres. A pesar de que cada vez están haciendo más cosas que antes sólo hacían los hombres, se las sigue educando básicamente para ser amas de casa, madres y esposas. Esto hace que realizar dichas actividades muchas veces para las mujeres y además les limite en el futuro las alternativas de trabajo a las que podrán postular.

También contribuyen en forma importante a la educación de las mujeres y de los hombres, la televisión, la radio, las revistas, los diarios, los textos escolares. En general los personajes femeninos entregados aparecen casi siempre realizando tareas domésticas y en actitudes frívolas y superficiales. Los personajes masculinos aparecen casi siempre en roles de héroes, de expertos, centrados en el trabajo y muy poco relacionados afectivamente con otras personas.

Pocas veces se muestran mujeres realizando tareas intelectuales o trabajos que impliquen participación política y social y pocas veces se muestra a los hombres en roles paternales o cuidando a otros y expresando afecto y emociones. Sin embargo, todas esas actividades son necesarias para el desarrollo integral de los hombres y las mujeres.

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